Mensajes de
Cristo a las siete iglesias:
El mensaje
a Éfeso
Nuestro Señor Jesucristo hace
un llamado a la iglesia de Éfeso y le declara que el conoce sus obras, su arduo
trabajo en su obra, Dios se complace también con la iglesia que no soporta a
los que se dicen ser apóstoles y no lo son, como el caso de los modernos
apóstoles que no cumplen con los requerimientos de Cristo. Para ser un
verdadero apóstol de Cristo se requiere ser Israelita, porque cada uno de ellos
gobernara a las doce tribus de Israel en el Reino del milenio. 2) Ser enviado directamente por
Cristo y 3) Haber conocido el ministerio de Cristo, desde su bautismo por Juan
el Bautista, hasta haber estado presente en su ascensión al cielo. Veamos: Revelación 2:1 y
2. Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en
su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo
conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a
los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los
has hallado mentirosos;
El trabajo en la obra de Cristo
se debe soportar con paciencia, sin desmayar y trabajando arduamente solo por
el amor a Cristo. Veamos. Revelación 2:3 y has
sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi
nombre, y no has desmayado.
Cuando se trabaja en la obra de
Cristo se debe realizar sin ningún interés material y solo por amor al Señor.
Veamos:
Revelación 2:4. Pero
tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
Los cristianos que no hagan el
evangelio de Cristo, tal como él lo pide en el Nuevo pacto, les será quitado su
candelero ósea la luz que Dios les ha dado, para lo cual el creyente tiene que
arrepentirse y regresar a la obediencia del régimen del Espíritu Santo. Veamos:
Revelación
2:5. Recuerda, por tanto, de dónde has
caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a
ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
Los Nicolaítas eran dirigentes
de iglesias “Cristianas” que no respetaban a sus seguidores y los trataban como
mozos. En la verdadera Iglesia Cristiana no debe de haber discriminaciones, ni jerarquías
y todos deben de tratarse como hermanos. Dios aborrece el corazón altanero y
orgulloso dentro de sus hijos. Veamos: Revelación 2:6. Pero
tienes esto, que aborreces las obras de los Nicolaítas, las cuales yo también
aborrezco. Aborrecer a los mandamases o capataces dentro de la
iglesia también es un mandato de Dios. Todos deben de ser iguales dentro de una
congregación cristiana.
Obedecer a Cristo durante toda la
vida cristiana es el llamado a vencer dentro de la carrera cristiana. Al
vencedor, Cristo le dará de comer del árbol de la vida. Y le será heredada la corona de vida. Sea
usted un vencedor hermano y no un tibio, porque los tibios los vomita Dios de
su boca. Veamos: Revelación
2:7. El que tiene oído, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la
vida, el cual está en medio del paraíso de Dios. Dios bendiga su
vida. Amen.